jueves, 16 de abril de 2015


¿SABIAS QUE... ?
Louis Wain, dibujante de principios del siglo XX, su historia se tuerce siendo ya ilustrador, tras tres años de matrimonio a su mujer le detectaron un cáncer incurable, Wain la entretenía realizando pequeños shows con su gato Peter, al que hacía llevar gafas y fingir que leía.  Así nació la idea que le hizo famoso; los gatos antropomórficos. Sus ilustraciones comenzaron a proliferar por toda Inglaterra; gatos jugando al golf, tomando té, con expresiones y ademanes humanos, todos ataviados a la moda de la época. Sus famosos gatos estaban por todas partes. Su obra fue tan famosa que H.G. Wells dijo que los gatos ingleses que no se parecen a los de Wain se avergüenzan de sí mismos.
A pesar de su fama sus escasos dones empresariales hicieron que cuando su esposa murió tuviera que malvivir en una casa con su madre, sus cinco hermanas y sus diecisiete gatos. Tras años así probó suerte en Nueva York haciendo tiras cómicas e intentando patentar un nuevo tipo de lámpara, empresas ambas en las que fracasó estrepitosamente teniendo que volver a Inglaterra más arruinado si cabe.
A los 57 años le fué diagnosticada esquizofrenia y su comportamiento, de agradable y humilde, pasó a ser agresivo y desconfiado. Fue ingresado, y lo trasladaron al Hospital Real Bethlem que disponía de enormes jardines llenos de gatos donde Wain pudo encontrar de nuevo inspiración y tranquilidad para volver a dibujar.
Justo en este punto, el de su enfermedad es cuando su obra se torna extraña. algunos expertos contradicen el diagnostico de esquizofrenia y aseguran que su estado mental se debía al Síndrome de Asperger (Puesto que su obra ganaba en riqueza y habilidad a medida que Wain se hacía mayor, a diferencia de lo que se hubiese esperado de un esquizofrénico). Lo que sí se puede asegurar es que su visión del mundo, su mente y su estilo fue cambiando con el tiempo y la enfermedad.

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