¿SABIAS QUE... ?
Louis Wain, dibujante de principios del siglo XX, su
historia se tuerce siendo ya ilustrador, tras tres años de matrimonio a
su mujer le detectaron un cáncer incurable, Wain la entretenía
realizando pequeños shows con su gato Peter, al que hacía llevar gafas y
fingir que leía. Así nació la idea que le hizo famoso; los gatos
antropomórficos. Sus ilustraciones comenzaron a proliferar por toda
Inglaterra; gatos jugando al golf, tomando té, con expresiones y
ademanes humanos, todos ataviados a la moda de la época. Sus famosos
gatos estaban por todas partes. Su obra fue tan famosa que H.G. Wells
dijo que los gatos ingleses que no se parecen a los de Wain se
avergüenzan de sí mismos.
A pesar de su fama sus escasos dones empresariales hicieron que cuando
su esposa murió tuviera que malvivir en una casa con su madre, sus cinco
hermanas y sus diecisiete gatos. Tras años así probó suerte en Nueva
York haciendo tiras cómicas e intentando patentar un nuevo tipo de
lámpara, empresas ambas en las que fracasó estrepitosamente teniendo que
volver a Inglaterra más arruinado si cabe.
A los 57 años le fué diagnosticada esquizofrenia y su
comportamiento, de agradable y humilde, pasó a ser agresivo y
desconfiado. Fue ingresado, y lo trasladaron al Hospital Real Bethlem
que disponía de enormes jardines llenos de gatos donde Wain pudo
encontrar de nuevo inspiración y tranquilidad para volver a dibujar.
Justo en este punto, el de su enfermedad es cuando su obra se torna
extraña. algunos expertos contradicen el diagnostico de esquizofrenia y
aseguran que su estado mental se debía al Síndrome de Asperger (Puesto
que su obra ganaba en riqueza y habilidad a medida que Wain se hacía
mayor, a diferencia de lo que se hubiese esperado de un esquizofrénico).
Lo que sí se puede asegurar es que su visión del mundo, su mente y su
estilo fue cambiando con el tiempo y la enfermedad.