Hola a tod@s!!, os damos la bienvenida a nuestra academia El Gato con Arte, para ello vamos a contar un poquito por qué nuestro nombre y nuestro icono tan representativo, el Gato.
A lo largo de la historia el gato se ha representado en
el arte, concretamente en multitud de ocasiones, tanto en épocas
de apogeo y esplendor, como en otras en las que su presencia
no fue tan querida por los humanos. Es dato curioso la
disparidad de concepciones que han existido acerca de este
entrañable animal, quizás por ello desde el punto de vista artístico
no pasaría desapercibido.
El gato
es un animal especial. Su mirada penetrante, sus pupilas verticales repletas de
misterio, su porte elegante, su carácter indomable pero a la vez cercano,
mimoso y tierno… todo ello ha cautivado al ser humano desde los albores del
tiempo. Un animal salvaje que convive con nosotros, formando parte de nuestra
familia pero sin que nos deje formar parte de la suya. Los felinos son los
reyes de la casa, tanto en el palacio del emperador como en la granja del más
humilde campesino. Y es que tienen carisma, los muy malditos. ¿Quién se resiste
a sus ojitos saltones? Los artistas seguro que no. Desde Manet a Goya, Renoir y
Hunt… todos se han sentido fascinados por su sibilina presencia y lo han
convertido en un símbolo más de la Historia del Arte.
Cada mes os vamos a mostrar un artista y su obra de arte donde el gato adquiere un papel importante, y en AGOSTO os enseñamos a Pablo Ruiz Picasso y su obra "Langosta y Gato"
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El Gato con Arte |
'Langosta y gato', fruto de "la inquebrantable" energía del artista en sus últimos años de vida, muestra la habilidad de Picasso para plasmar formalmente asuntos de humorística apariencia, dado que ambos animales son potencialmente tan inocentes como peligrosos: el gato presenta un aspecto amenazador ante un marisco que exhibe una actitud de ataque.